LA BARBA
De un tiempo a esta parte ya hemos observado una tendencia ineludible entre la masa moderna: la barba. El vello facial se ha convertido en el complemento perfecto para esos looks que parecen despreocupados pero que se han cuidado hasta el último detalle antes de salir de casa, aunque no lo parezca.
Según nos explica el visionario Eddie Moon, “dependiendo de la longitud de la misma y de lo que te quieras hacer se requerirá una frecuencia de cuidados u otra. Si hablamos del mantenimiento de una barba corta, con que visitemos la barbería cada dos semanas sería suficiente. Si es larga, puede espaciarse entre dos y tres semanas”.
¿Qué pasa si queremos empezar a dejárnosla? “La barba no coge una densidad hasta que no transcurren dos o tres semanas. Por ello, durante el primer mes es aconsejable acudir dos ó tres veces a un profesional para ir dándole forma y marcarla, porque al principio crece descontrolada. Es un pequeño proceso el que se debe pasar hasta que se encuentra el diseño adecuado o que se busca”.
“En casa podemos hacer un leve mantenimiento sin meternos mucho en la barba, porque lo que pretendemos es conservar la forma que se le da en un principio”, apunta Eddie Moon. “Si hablamos de una barba de dos o tres días, no hay ningún problema para cuidarla en casa sin necesidad de un barbero, pero ahora que se lleva una barba más grande, más espesa, son aconsejables ciertos cuidados profesionales”.
“No solo se puede lavar la barba y acondicionarla con diferentes sabores, sino que además podemos hacerla crecer con más fuerza e incluso resolver un problema de piel seca”.
En resumen, modernos del mundo o cualquiera que se apunte a la vellosa tendencia, que hoy en día es un estilo de vida del hombre masculino (“aunque elegante y aseado a la vez ”, que eso gusta mucho a las chicas) vuelve a la carga, la clave está en “lo arreglada que lleves la barba, puedes parecer un tío serio y con clase o un auténtico dejado”, aunque luego digas que es natural y que no te la cuidas mucho.