El ritual tradicional de afeitado a navaja

 

Las barberías tradicionales, como muchos otros comercios de toda la vida, fueron desapareciendo con las nuevas tecnologías y el estrés de la vida moderna.

En un rechazo consciente por el ritmo de vida acelerado que llevamos, y gracias a la buena labor de muchos profesionales que reclaman la especialización y el buen hacer de los trabajos tradicionales, las barberías, y por ende, el ritual de afeitado tradicional a navaja, han tenido un resurgimiento en estos últimos años.

Cada vez más, los hombres se preocupan por su imagen, por lucir una barba perfecta o una piel fantástica.

El ritual de afeitado clásico por antonomasia se ha convertido nuevamente en tendencia. Lo cierto es que se trata de un método que rasura el vello dejando la piel más tersa y suave.

Para conseguir los mejores resultados con el método de afeitado con navaja clásica, es necesario seguir una serie de recomendaciones.

Pasos de un ritual de afeitado tradicional a navaja:

 

• Preparación de la piel

En primer lugar, el barbero prepara al cliente para el afeitado protegiendo el cuello con una toalla seca y el protector de papel desechable; y posteriormente calienta y humedece la cara del cliente, aplicando una toalla caliente, húmeda y con aceites esenciales para ablandar el poro. A continuación se aplica un aceite de esencias naturales en la barba y se realiza un masaje facial. De esta forma dejamos la piel preparada para el afeitado. Es entonces cuando se enjabona la piel con una brocha de pelo natural, que ayuda a que la crema o espuma penetre hasta la raíz de la barba.

• Afeitado

Para el afeitado, se utiliza la navaja y se afeita en el sentido del crecimiento del pelo.

Existen diferentes tipos y marcas de cuchillas. Cada barba, dependiendo de la cantidad de vello y dureza, determinará el uso de la cuchilla. Es importante enjabonar y hacer una segunda y hasta tercera pasada para conseguir un apurado perfecto. Afeitando con una hoja afilada y en el sentido del crecimiento del pelo, se reducen los cortes y la irritación.

• Tonificación

Una vez acabado el afeitado, es momento de aplicar una toalla de agua fría para limpiar y calmar la piel y cerrar los poros. También se pueden aplicar tónicos o lociones astringentes para calmar y desinfectar. De este modo se tonifica y se eliminan las impurezas a la vez que se proporciona un buen acabado y una hidratación calmante.

• Hidratación

Finalmente debemos hidratar y proteger la piel con un after-shave, imprescindible para reparar el castigo sufrido durante el afeitado.

 

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